En el pasado diciembre del 2016, nuestra compañera Eizzil Rivera escribió el artículo, ¿Por qué la abeja es tan importante?, enfatizando la labor de nuestras abejas en los cultivos y la polinización. En este escrito nos adentramos en las colmenas y la importancia a nuestra salud, de la otra labor de las abejas, la recolección de néctar de las flores, la miel.
La cosecha o recolecta de la miel o el saqueo de los panales silvestres de abejas para obtener su miel y su cera, es una actividad que se desarrolla en cualquier parte del mundo donde haya colinas o una abundante colonia silvestre de abejas. Desde hace muchos años, sin embargo, se sabe que la crianza de abejas es mucho más fácil y conveniente y se trata de hacer que estas nidifiquen dentro de una colmena. Meter las abejas en una caseta es el verdadero arte de “apicultura”, pero esta definición es usada erróneamente para describir todas las técnicas que tienen que ver con las abejas, la cosecha y la transformación de sus productos. Hay muchos modos de utilizar las abejas para efectos de polinización o para explotar sus productos. El método utilizado será definido por los tipos de abejas disponibles y las habilidades y recursos con que cuentan los apicultores.
En otro artículo le mostraremos todo el proceso de las abejas, desde su colecta en las flores hasta la transformación de ese líquido preciado, hoy nos enfocaremos en los beneficios de la milagrosa miel de abeja. El consumo de miel es altamente beneficioso para nuestro cuerpo y salud, ya que se ha comprobado que la miel es una gran fuente de energía, estimula la formación de glóbulos rojos porque posee ácido fólico, ayudando también a incrementar la producción de anticuerpos. Es antiséptico, antibiótico, preservador y endulzador natural. Si consumimos miel de abeja regularmente, estaremos enriqueciendo nuestra alimentación.
Es anti-anémica y antioxidante, eleva los niveles de hemoglobina por su contenido en hierro, absorción que es bien activada por la vitamina C y el aporte de enzimas secretadas por las abejas, que a su vez constituyen un factor proteico de origen animal con alto valor biológico. El aporte de cobalto constituye un elemento imprescindible en la síntesis de vitamina B12, que interviene en la formación de los glóbulos rojos en la médula ósea. Su aporte de otros elementos como vitaminas (B6, B9) y algunos aminoácidos, así como su influencia en la asimilación de otros nutrientes, favorece su incorporación al organismo y permiten contrarrestar los estados anémicos. Los flavonoides actúan mediante captación de radicales libres e interviniendo en el metabolismo de la vitamina C, protegiendo contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, entre otras funciones. El calcio, presente también en la miel, resulta un relajante muscular, interviniendo como regulador del sistema nervioso.
Consideramos que la miel de abejas, un producto natural tan rico y fácil de adquirir en nuestro país, merece un uso más frecuente y esto sólo se logrará si hacemos mayor promoción de sus beneficios, pero, ¿cómo saber si la miel que compras es miel sin adulterar o mezclada con otros azúcares? En nuestro próximo artículo le daremos varios datos más sobre la miel cruda, miel medicinal y como identificar la miel real.
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