Decido utilizar este título en clara referencia a unas expresiones hechas por el Sr. Luis Javier Rhenals, Director Ejecutivo de la Asociación de Criadores de Ganado Ovino de Colombia (Asoovinos). Cuando las leí, en una de mis típicas lecturas referente al tema de la ovinocultura, no me dejó dormir. Llevo rato pensando en este mismo tema, pero no había encontrado las palabras correctas para explicarlo hasta que leí éste título. (Artículo de Contexto Ganadero – Una realidad rural de la realidad Colombiana.)
La ovinocultura y caprinocultura en Puerto Rico está llamada a tecnificarse, los criadores necesitamos dotarnos de recursos técnicos para mejorar y modernizar nuestras operaciones. Los ovinos y caprinos deben dejar de verse como mascotas ya que esta industria, la de pequeños rumiantes, tiene la capacidad de convertirse en un sector productivo y rentable dentro de un mercado que está siendo dominado, a gusto y gana, con producto importado. En Puerto Rico se importa más del 90% de la carne de cordero y de cabro que se consume en el país, sumándole los quesos a base de leche de cabra.

La cadena de comercialización tiene tantas etapas en las cuales todos podemos contribuir. Por ejemplo, parte del éxito está en encontrar un balance al definir si se trabajará en el área comercial de animales (producción de carne?), desarrollo y multiplicación de vientres y mejoramiento genético. Debemos buscar la forma de poder organizar y controlar los partos para que nuestros corderos nazcan en el momento deseado y no se generen gastos adicionales por el desarrollo, mantenimiento y sostenimiento de más animales de los que podemos tener.
Los empadronamientos (montas) deben ser estratégicos, organizados, como ejemplo, se puede establecer un programa con 4 temporadas de empadronamiento al año. No se debería estar empadronando hembras ni estar atendiendo partos desorganizadamente durante el año y así, por ejemplo, evitar partos en el fuerte calor de verano.
Necesitamos mantener nuestros animales sanos y saludables, por lo tanto, los animales requieren una mínima atención para su mantenimiento por más resistencia parasitaria que tengan, por ejemplo. Muchas veces tenemos un animal y lo exponemos a un ambiente a su suerte y para mantener animales sanos y saludables se debe invertir en animales eficientes en producción de leche y carne.

En Puerto Rico existe una base ovina y caprina que, genéticamente hablando, es buena, fuerte y robusta, pero necesita multiplicarse y aumentar en números. Estas razas fueron importadas a Puerto Rico con el propósito de mejorar la genética existente y generar productos de alta calidad, ahora, lo que nos falta es dejar de ver a esos animales como mascotas y ver como una producción comercial al sector de pequeños rumiantes y ver nuestras operaciones como verdaderas empresas agrícolas.
Los ovinocultores y caprinocultores debemos de dejar de pensar que vivimos y trabajamos con mascotas y que cada animal en nuestras operaciones representa una oportunidad de desarrollo económico y de progreso para nuestras operaciones agrícolas.
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